El cine de bajo presupuesto (o cine de guerrilla, como muchas veces se le conoce en el mundillo) es aquel que cuenta con muy poca o ninguna financiación de algún estudio o productora de cine. Muchas películas independientes se hacen con bajo presupuesto, aunque el cine hecho por directores noveles para grandes productoras también puede tener un presupuesto pequeño.
No existe una cantidad precisa de dinero para delimitar el cine de bajo presupuesto y normalmente depende del género y del país. Las películas de terror y de suspense, por ejemplo, son un buen ejemplo para el debut de un director de películas de bajo presupuesto, ya que no requieren de grandes actores con elevados cachés, si no de imágenes que impacten al espectador.
Una de las películas de bajo presupuesto más exitosas fue ‘El proyecto de la bruja de Blair’ (1999). Tenía un presupuesto de alrededor de 60.000 $ pero recaudó casi 249 millones de dólares en todo el mundo. La película inspiró libros, una trilogía de videojuegos y una secuela menos popular. Posiblemente una película de bajo presupuesto aún más exitosa fue la película ‘Garganta profunda’ (1972), que tuvo un costo de producción de solo 22.500$ y que se rumoreó que recaudó más de 600 millones de dólares. Una comedia pornográfica que alcanzó gran popularidad durante la época dorada del cine porno estadounidense gracias a la ironía de su guión y su montaje.
¿Cómo hacer cine de bajo presupuesto?
Una vez que tenemos el guión de nuestra película tenemos que tener en cuenta los diferentes gastos que la producción y postproducción requieren: el sueldo de los actores y el equipo técnico, el alquiler de cámaras, el montaje y la edición de las secuencias, la distribución y la promoción de la cinta… Elegir bien dónde queremos emplear más dinero es clave para cumplir con un presupuesto limitado.
Como ya os hablamos en otro post, hoy en día es posible hacer cine con un smartphone. Hay muchos ejemplos de películas de largometraje rodadas íntegramente con un iPhone. Por ejemplo, ‘Tangerine’ (2015), de Sean Baker, que participó en el Festival de Cine de Sundance es una gran película rodada con un Smartphone.
Cámaras de foto
Después de los teléfonos móviles, el siguiente nivel económico para hacer cine son las cámaras de fotos, ya sean réflex (DSLR) o mirrorless (sin espejo). Estas cámaras son usadas para hacer video corporativos, reportajes, videoclips, cortos y también pueden ser usadas para hacer películas. Os mostramos cuáles de las cámaras de fotos Welab+ disponibles en nuestro catálogo son las mejores para el pequeño presupuesto de proyectos de video digital.
- CANON 5D MARK IV (80 euros al día): Con aproximadamente 30,4 megapíxeles la Canon 5D mark IV es la más reciente actualización de este popular modelo de la marca japonesa. Graba video en 4K hasta 25/30 fps, en Full HD hasta hasta 50/60 fps, y HD hasta 100/120 fps.
- SONY A7S II (59 euros al día): La nueva Sony A7S II garantiza una sensibilidad ultra alta, amplio rango dinámico, grabación de vídeos 4K interna y una estabilidad de grabación superior. Posee funciones avanzadas como S-Gamut3.Cine/S-Log3 o grabación Full HD a 120 fps compatibles con un flujo de trabajo profesional.
- PANASONIC LUMIX GH5 (60 euros al día): Esta cámara mirrorless es muy apreciada por los profesionales. La Lumix GH5 dispone de funciones de grabación de alta precisión y estabilidad con resolución QFHD 4K 60p/50p. Es la primera cámara que incorpora grabación interna de vídeo 4K de 10 bits 4:2:2. Gracias a estos 10 bits podemos conseguir una riqueza y un detalle de color excepcional.
- BLACKMAGIC POCKET CINEMA CAMERA 6K PL MOUNT (79 euros al día): La nueva versión de la Blackmagic Pocket Cinema Camera 6K PL presenta un sensor Super 35 de 6144 x 3456 y facilita el uso de objetivos con montura PL MOUNT, a fin de crear imágenes de calidad cinematográfica con una menor profundidad de campo, lo que a su vez genera fondos con desenfoques y efectos estilo Bokeh.
Cámaras de vídeo digital
Además de las cámaras de fotos, también disponemos de cámaras de vídeo digital con precios al alcance de todos los bolsillos. Este tipo de cámaras son ideales para hacer documentales y ficción, y además son más manejables que las réflex ya que no necesitan tantos accesorios. Te mostramos cuales son las mejores y las más asequibles de nuestro catálogo Welab+.
- CANON XA35 (64 euros al día): La Canon XA35 es una cámara de vídeo compacta que incluye objetivo y grabación y cuenta con un amplio rango dinámico y también dispone de conexión SDI. Esta cámara graba en doble formato: FullHD AVCHD (28 Mbps) o MP4 (35 Mbps) en 2 tarjetas SD.
- SONY PXW-FS7 (100 euros al día): (Su grabación interna llega a 60fps en 4K y 180fps en FullH, su grabación interna puede ser 25fps FullHD. Su diseño, peso y ergonomía la convierten en una de las cámaras más versátiles del mercado.
- PANASONIC HC-X: (70 euros al día): capaz de llegar a resoluciones 4K, UHD y Full HD. Tiene un gran rendimiento y sensibilidad, lo que le dota de un equilibrio perfecto, ideal para cualquier uso.
Hacer cine mediante ‘Crowdfunding’
Para terminar, no es posible hablar de cine de bajo presupuesto sin hablar del crowdfunding. Este fenómeno de financiación, llamado en español ‘micromecenazgo’ se ha popularizado enormemente en los últimos años en aquellos proyectos que parten con un pequeño presupuesto.
Mediante las donaciones anónimas (y a veces públicas) muchas producciones han sido capaces de alcanzar el dinero necesario para producir una película, muchas veces incluso por encima del nivel esperado. Además el crowdfunding permite darse a conocer entre el público mucho antes de que la película se haya estrenado, y hace partícipe al espectador en el proceso de producción.
Una de las plataformas para crowdfunding que más ha crecido en los últimos años es Crowd&Play. En ella puedes ver los proyectos que se están financiando, cuánto falta para llegar al presupuesto y quiénes están detrás del proyecto.
Si algo sacamos en claro es que el dinero no tiene porqué ser un problema a la hora de realizar nuestros proyectos. Las cámaras son sólo herramientas, lo importante es que exista una buena historia y una manera de contarla que emocione.
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