El cineasta Gerardo Olivares ha sido el invitado a nuestro WelabTalk número 71. Con él hemos hablado de sus primeros pasos en el mundo del documental, sus viajes alrededor del mundo, la conexión del ser humano con la naturaleza y su manera de plasmarla en sus películas. ¿Nos acompañas?
Gerardo Olivares reconoce que su pasión por el cine y la fotografía llega gracias a su padre. Le regaló una Werlisa Club Color con la que empezó a fotografiar todo lo que podía en el jardín de su casa. Después de estar seis años internado, decidió montarse en su Vespa 200 e irse hasta Cabo Norte, en Laponia, a hacer un reportaje sobre los último nómadas de Europa: los lapones. Al regresar a España contactó con Enrique Meneses, por aquel entonces director de la revista «Los Aventureros», para publicar este reportaje. Combinó sus estudios de Periodismo en Madrid con la realización de documentales. El primero de ellos se basaba en recorrer el mundo visitando los diferentes accidentes geográficos que incluían el nombre de Córdoba, su ciudad natal. El documental se convirtió en una serie de televisión española. Gracias a esto, comenzó su aventura personal en el mundo del documental.
Entre el documental y la ficción
Para Gerardo Olivares, el documental y la ficción son mundos muy diferentes. Los plazos de tiempo, la libertad de movimientos, los equipos utilizados o la improvisación son algunas de las diferencias. Aunque se aprende mucho de ambos y se complementan mutuamente. Respecto a los equipos utilizados, tiene preferencia por la ARRI Alexa Mini. Pero para documentales de guerrilla o en lugares conflictivos prefiere utilizar cámaras más pequeñas y discretas como la Blackmagic. En lo que a lentes se refiere, siente predilección por las Zeiss Ultra Prime.
Actualmente, Gerardo Olivares trabaja en la productora Mediacrest. Cuenta con tres departamentos: ficción (dirigido por Gustavo Ferrada), entretenimiento (dirigido por Daniel Domenjó y Hugo Tomás) y documental (dirigido por él mismo).
El periodista y fotógrafo Enrique Meneses ha sido una de las figuras clave en la vida de nuestro invitado. Tras ver su serie de documentales «Robinson en África» pensó en que hacer algo similar era su nueva meta, hacer documentales se convirtió en un sueño que cumpliría años más tarde de la mano del propio Meneses. Aprendió mucho trabajando con el, en palabras del propio Olivares no ha podido tener un mejor maestro y una mejor universidad que Enrique Meneses.
La importancia de la naturaleza
Gerardo Olivares ha rodado mucha naturaleza, tiene la suerte de conocer los hot spot, los lugares de nuestro planeta con mayor diversidad de flora y fauna. Gracias a visitar estos emplazamientos, ha visto de primera mano lo importante que es la relación del ser humano con la naturaleza. Esta relación, por ejemplo con animales salvajes, ha sido lo que ha querido trasmitir en todas sus películas. Una de las más conocidas es «Entrelobos» (2010), película que narra la relación entre un hombre y una manada de lobos tras vivir con ellos varios años. El cineasta abrió una nueva guía argumental en el cine español que giraba en torno a esta relación ser humano-naturaleza. Esto lo podemos observa en películas como «El faro de las orcas» (2016) o «Hermanos del viento» (2015).
Sin duda, el paisaje es un protagonista más dentro de sus películas. La mayoría de sus escenas están rodadas en exteriores, con la dificultad que eso conlleva: horas de luz, climatología, etc… Confiesa que en la mayoría ocasiones antes de escribir el guion de sus películas ya tiene claro el lugar de rodaje idóneo para ellas. Incluso adapta sus guiones a las localizaciones y las horas de luz. Al preguntarle por su lugar de rodaje favorito nos habla de desiertos, en concreto menciona el desierto de Wadi Rum, escogido para el rodaje de la película «Marte» (2015) o «Lawrence de Arabia» (1962). También recuerda con especial cariño su primera película «La gran final» (2006), rodada entre Mongolia, la selva del Amazonas y el desierto del Sahara. Lo recuerda como uno de los rodajes más divertidos en los que ha trabajado a lo largo de su carrera.
Para concluir la entrevista, Gerardo Olivares aconseja a las futuras generaciones de cineastas saber combinar el talento con la dedicación, sin duda una fórmula de éxito. La tecnología, el tamaño de las cámaras, la calidad de las mismas, los drones o las herramientas de edición facilitan la creación de proyectos documentales o de ficción.
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