Es el turno de los años 60. En Welab continuamos con nuestro repaso a la historia del cine década a década. Tras hablar de los años 50, llega el momento de hablar de una época que estuvo marcada al inicio por la desconfianza, pero que más tarde daría lugar a nuevos movimientos cinematográficos. ¿Nos acompañas a un viaje por la historia del cine?
Para la sociedad norteamericana los años 60 fueron convulsos. En 1963, el presidente John Fitzgerald Kennedy fue asesinado. Dos años más tarde las tropas estadounidenses llegaron a Vietnam para impedir el avance comunista. Esto hizo que gran parte de la población se opusiera a la guerra y nuevas ideas se implantaran en los jóvenes americanos.
Para el cine, estos años estuvieron ligados a la crisis económica de los grandes estudios, pero también a la creativa. Los encargados de los grandes estudios de Hollywood eran muy mayores y no tenían en cuenta los intereses de los jóvenes. Además, producían películas de muy alto coste que resultaban ser una decepción para la mayoría del público. Fue el caso de “Cleopatra” (1963), protagonizada por Elizabeth Taylor.
Los géneros cinematográficos durante los 60
Durante la década de los años 60 los distintos géneros cinematográficos sufrieron algunos cambios, aunque otros se mantuvieron intactos. El cine de terror se alejó de monstruos, alienígenas y criaturas sobrehumanas, para acercarse más al terror psicológico. Un claro exponente de este cambio son las películas “Psicosis” (1960) y “Los pájaros” (1963) de Alfred Hitchcock.
Las películas musicales también sufrieron una revolución. Las cintas de este tipo comenzaron a adaptar los grandes éxitos de Broadway, como “West Side Story” (1961). Por otro lado, la comedia seguía teniendo su hueco entre los gustos de la población. Destacaron los nombres de los directores Jerry Lewis con “El profesor chiflado” (1963) y Billy Wilder con su película “El apartamento” (1960).
Respecto al cine histórico y bélico, se comenzaron a hacer producciones en las que los protagonistas tenían un carácter más rebelde. En este género podemos encontrar clásicos como “Espartaco” (1960), “Lawrence de Arabia” (1962) o “La gran evasión” (1963).
Si hablamos del western, debemos hablar de lo que hoy día se conoce como spaghetti western. Gran parte de estas producciones se rodaron en España, siendo el desierto de Almería una de las localizaciones favoritas para los directores del género. Su máximo exponente es el director italiano Sergio Leone y su Trilogía del Dólar. Compuesta por las películas “Por un puñado de dólares” (1964), “La muerte tenía un precio” (1965) y “El bueno, el feo y el malo” (1966). En ella se nos presenta la figura de un nuevo modelo de protagonista, el antihéroe. Despiadado, sin remordimientos y capaz de todo por lograr su objetivo. Gracias a esta trilogía saltaron a la fama el actor Clint Eastwood y el compositor Ennio Morricone.
En la década de los años 60 surgió otra de las grandes figuras cinematográficas de la historia: James Bond. El agente 007, basado en las novelas del escritor Ian Fleming e interpretado por Sean Connery, protagonizó varias películas en estos años. Destacan “Agente 007 contra el Dr. No” (1962), “Desde Rusia con amor” (1963) o “Sólo se vive dos veces” (1967).
Pero también fue una época de grandes cambios. Sin ir más lejos, los derechos civiles o el antirracismo fueron temas recurrentes en películas como “Adivina quién viene esta noche” (1967) o “Matar a un ruiseñor” (1962).
Pero si alguien rompió los esquemas asentados en la década anterior, esos fueron Robert Benton y David Newman. Fuertemente influenciados por la nouvelle vague francesa y el crítico Andrew Sarris, escribieron el guión de una de las películas que cambiaría la manera de hacer cine: “Bonnie and Clyde” (1967). La película mostraba a una pareja de delincuentes que hacían las veces de protagonistas. Con un estilo mucho más desenfadado, entusiasmó al público más joven.
De influencia también europea, cabe destacar al director polaco Roman Polanski. Tras haber realizado varias películas de gran éxito en Europa, decidió viajar a Estados Unidos. Allí rodaría “La semilla del diablo” (1968), una cinta emblemática a la par que polémica.
Otra de las películas que rompió los moldes del cine clásico fue “El graduado” (1967), con un inmenso Dustin Hoffman. Al que más adelante veríamos en “Cowboy de medianoche” (1969).
Esta revolución dio lugar a lo que se conoció como el “Nuevo Hollywood”. De esta corriente nacieron películas de la talla de “Easy Rider” (1969) o “Grupo salvaje» (1969). Mostraban la violencia y las drogas de una manera nunca vista. Esto hizo que fuesen unas de las favoritas de la audiencia más joven.
Otro de los nombres propios de la década de los años 60 fue el productor y director de cine Roger Corman. Fue encargado de producir proyectos de menor presupuesto como “La pequeña tienda de los horrores” (1960), “El terror” (1963) o “El viaje” (1967) .Trabajó con actores y directores de cine desconocidos hasta el momento. Es el caso de Jack Nicholson, Peter Fonda, Dennis Hopper o el mismísimo Francis Ford Coppola.
No podemos hablar del cine americano en la década de los años 60 sin mencionar al director Stanley Kubrick. El director fue muy criticado por los sectores más conservadores por su película “Lolita” (1962). El neoyorquino alcanzó el éxito absoluto con “2001: Una odisea del espacio” (1968). Esta película cambió la concepción del público sobre el género de ciencia ficción.
¿Y en España?
Como ya mencionamos en el blog sobre la década de los 50, Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga fueron dos de los nombres más importantes del cine español durante estos años. En los años 60, esto se mantuvo. Al igual que la fuerte censura impuesta por la dictadura. Aunque, en 1963 llegó la Nueva Ley de Censura, que instauraba unas normas comunes para todas las producciones, así los directores podían conocer qué era censurable.
Bardem dirigió en esta década películas como “Nunca pasa nada” (1963), censurada en salas españolas. Otra de sus obras más icónicas fue “Los pianos mecánicos” (1965). Después de ser uno de los cineastas que más sufrió la censura, decidió dedicarse a realizar cine por encargo.
Respecto a Berlanga, existe un antes y un después en su manera de hacer cine tras su película “Plácido” (1961). Berlanga siempre trató de esquivar la censura, esto puede verse de manera muy clara en la película “El verdugo” (1963). La fuerte crítica social que realizaba Berlanga estaba oculta. Durante esta época su cine fue mucho más irónico y su uso del humor negro era más constante. En sus películas hacía referencias a la muerte, las ciudades de provincia, la incomunicación o la lucha contra el entorno.
A finales de los años 60, surge una corriente conocida como el landismo. Una serie de películas que mezclaban la comedia de situación con un erotismo de muy baja intensidad. La mayoría de estas películas fueron protagonizadas por el actor Alfredo Landa, de ahí su nombre. En los primeros años del landismo destacan películas como “Los subdesarrollados” (1968), “Cuatro noches de boda” (1969) o “Soltera y madre en la vida” (1969).
¿Te ha gustado este blog? Recuerda que tenemos muchos más disponibles en nuestra web.
Los comentarios están cerrados.