Un gymbal es un estabilizador externo para cámaras que corrige todas las vibraciones, temblores y movimientos bruscos que suceden cuando movemos la cámara. El uso de este tipo de estabilizadores tiene como objeto grabar imágenes estables, movimientos de cámara suaves y movimientos creativos imposibles de grabar de otra forma.
El estabilizador cuenta con tres ejes de rotación que consiguen contrarrestar los movimientos que puedan surgir durante una toma. Evita desenfoques, mantiene siempre el encuadre y soporta movimientos bruscos. Hay muchos tipos de estabilizadores, entre los cuales destacan la steadycam, el slider o el gymbal, el protagonista de este blog.
Los gymbals se usan en todo tipo de producciones cinematográficas, vídeos musicales, spots publicitarios, eventos, etc. En el caso de la publicidad, si necesitamos promocionar un producto determinado gracias al gymbal se pueden realizar las famosas tomas rotatorias. Estas causan un gran impacto y consiguen captar la atención del público, mejorando la imagen de marca. Con respecto al cine, gracias a los gymbals se pueden grabar tomas horizontales, verticales y diagonales. Aunque sí es cierto que muchas veces no son necesarios para planos continuos o inclinaciones precisas.
Dado que rodar con gymbal a veces supone un debate, en este blog te comentamos cinco ventajas que tiene grabar con un estabilizador y cinco inconvenientes.
5 razones por las que rodar con gymbal
- Movimiento
Antes no era posible rodar con una cámara que pudiera moverse a la par que los actores y que la manejase una sola persona. Si se necesitaba mover las cámaras, era necesaria una plataforma con ruedas deslizables. Este movimiento es muy común en el mundo de la cinematografía, y hoy se sigue usando a menudo. Sin embargo, ahora es mucho más fácil realizarlo gracias a los gymbals.
Ya no se necesitan plataformas que rueden, con un gymbal se pueden conseguir movimientos panorámicos, inclinaciones y paneos de forma sencilla. El gymbal te permite realizar un movimiento de seguimiento de giro o de inclinación, obteniendo una estabilidad flotante, característica que una dolly no puede conseguir debido a su precisión mucho más exacta. Muchos cineastas buscan esta sensación que solo se puede lograr con un gymbal.
- Ahorro de tiempo y dinero
Además de todas sus ventajas técnicas, trabajar con gymbal supone un ahorro de costes en todos los sentidos. ¿Por qué? Para manejar un gymbal solo es necesario un operador de cámara, incluso el dop puede manejarla. Además, para algunas tomas que necesiten movimientos estables se puede sustituir una grúa por un gymbal. También ahorras al tener que contratar menos gente, ya que para montar una dolly se necesita un equipo más grande.
En cuanto al tiempo, es más fácil realizar las tomas y hacer ajustes en la posición, reduciendo así las horas de trabajo. Se ahorra tiempo en la configuración de cada movimiento.
- Cabeza remota
A pesar de todas estas ventajas muchos os preguntaréis porque no es mejor usar una steadycam, ya que el coste y el resultado de las imágenes es bastante parecido. Pues una de las diferencias es la cabeza remota.
La mayoría de los gymbals cuentan con motores que controlan tres ejes de movimiento y controles en forma de mando o ruedas que permiten a los operadores de cámara controlar de forma inalámbrica el estabilizador: cómo se inclina o gira la cámara.
Los operadores pueden mover a distancia la cámara gracias a su rueda lateral. Esta enviará una señal instantánea que hará que la cámara se mueva sin que el operador necesite estar cerca del cabezal.
- Terreno desigual
Otra de las ventajas de usar un gymbal en lugar de otro estabilizador es su capacidad para adaptarse a terrenos irregulares o en desnivel.
En las producciones rodadas en lugares recónditos y remotos siempre es necesario usar un gymbal, puesto que es más sencillo manejar la cámara de forma manual y utilizar nuestros propios pies para movernos a través de terrenos irregulares.
Para realizar movimientos dinámicos en espacios reducidos o subir y bajar la cámara a través de una pendiente es complejo usar una dolly, ya que necesitan estar en una plataforma estable y nivelada. Por estas razones, el gymbal es una mejor opción.
- Flexibilidad
La última ventaja de usar un gymbal antes que cualquier otro estabilizador es la flexibilidad. Realmente, usar unas u otras herramientas va ligado al gusto personal de cada cineasta. Aunque si bien es cierto que el gymbal permite una experimentación mucho más amplia que cualquier otro instrumento.
Los cambios de planos, los entornos de rodaje más parecidos a los de los documentales y las tomas largas son algunas de las razones que hacen a los directores decantarse por usar un gimbal.
Los gymbals eliminan la necesidad de poner raíles, la cámara puede transportarse a largas distancias, atravesar superficies y huecos inimaginables. Son perfectos para planos en los que se anima al actor a moverse para encontrar la toma perfecta.
La cámara consigue tener una libertad de movimiento a la vez que la estabilidad tradicional.
Los gymbals proporcionan movimiento estabilizado en espacios inusuales, ahorro en tiempo y dinero, y gracias a ellos se consiguen diferentes estilos de producciones. Además, hay multitud de tipos como podrás encontrar en nuestro catálogo.
Sin embargo, no todo son ventajas. También existen discrepancias con respecto a usar un gymbal o no.
5 razones por las que no rodar con gymbal
- Movimiento
La primera razón es el movimiento. No siempre todos los cineastas buscan darle el mismo toque estilístico a sus proyectos. Los estabilizadores gymbal son más eficaces cuando se utilizan para seguir los movimientos de los personajes a una velocidad moderada. No obstante, en cuanto dejan de moverse comienzan a tener problemas. Si hablamos de tomas estáticas o movimientos que empiezan o terminan con un fotograma estático es irremediable que se produzcan desviaciones.
Los movimientos que resultan de la imposibilidad de mantener el dispositivo quieto pueden llegar a resultar demasiado artificiales y no demasiado estéticos. También sucede lo mismo con los movimientos lentos, resulta más fácil hacerlos con una dolly o slider, pues se notarán sino en cámara los movimientos ralentizados.
Lo mismo sucede con los desplazamientos rápidos. El gymbal tiene una falta de reactividad que provoca malos resultados si se quieren realizar panorámicas rápidas o movimientos bruscos.
- Fiabilidad
A pesar de que a día de hoy rodar con un gymbal está completamente normalizado sigue teniendo fallos técnicos. Por ejemplo, los motores vibran, se paran durante tomas en ángulos raros o se desequilibran los rigs. Los gymbals dependen de otros componentes eléctricos y por esta razón tienden más a fallar. En ocasiones suceden enganches y es necesario reajustar la toma.
Otra desventaja por la cual los gymbals no resultan tan fiables como otros estabilizadores son las condiciones meteorológicas. Cuando llueve siempre se puede usar una dolly cubierta, mientras que el gymbal no es recomendable cubrirlo debido a su peso.
- Balanceo
Los gymbals tienen un límite máximo de peso que pueden soportar. Cuando los superan comienzan a funcionar mal. Sin embargo, los cabezales mecánicos de los trípodes pueden soportar sin problemas todo el peso de las cámaras de producción, mientras que los gymbals tienen una tolerancia de peso mucho menor.
Para que un gymbal funcione correctamente debe estar equilibrado de modo que el peso de la cámara se distribuya uniformemente en cada eje. Pero esto tiene una desventaja, al tener una carga útil menor solo se podrán equilibrar determinadas combinaciones de cámara y objetivo. Algunos dop no podrán escoger grandes lentes anamórficas o rodar con una cámara de cuerpo pesado. Además, se puede ver ralentizado el ritmo de grabación debido a que el gymbal debe ser reequilibrado cuando se le cambia el peso.
- Precisión
Uno de los mayores problemas a la hora de usar un gymbal es la falta de precisión a la hora de encuadrar la toma y mover la cámara, sobre todo en situaciones documentales en las que los personajes no tienen una posición acordada. Si lo que se desea es un encuadre perfecto usar un gymbal no es la mejor opción.
Con un gymbal es complicado controlar con precisión la velocidad de movimiento y dónde se detiene exactamente la cámara a diferencia del cabezal de un trípode o el manejo de cámara en mano. Los gymbals resultan lentos y en ocasiones el operador de cámara debe anticiparse a la detención de la cámara antes de que llegue el momento en el que debe detenerse.
Si quieres hacer un movimiento panorámico o de inclinación preciso que termine en un fotograma específico debes evitar usar un gymbal. Mantener la coherencia en las diferentes tomas termina siendo más complejo, puesto que habrá diferencias dependiendo del operador, los encuadres y las velocidades.
- Reconstrucción
La última desventaja por la que puede resultar más tedioso trabajar con gymbals es el tiempo que se tarda en configurar la cámara. Por ejemplo, cuando se trabaja con una Alexa Mini hay que quitar el exceso de peso del cuerpo, retirar el ocular, recolocar los accesorios y colocar la placa correcta para el gymbal.
Sin embargo, el proceso es mucho más rápido cuando los cineastas optan por rodar con equipos tradicionales como un trípode o cámara en mano. No es necesario reconstruir la cámara cada vez que se cambia de toma.
Por esta razón, si no usas un gymbal ahorras una gran cantidad de tiempo al no tener que equilibrarlo.
En conclusión, el gymbal es una herramienta útil en muchas ocasiones, aunque en otras es mejor prescindir de él. Su uso dependerá de la toma, la producción y el cineasta.
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