El director de fotografía Pablo Bürmann ha sido el invitado a la entrega número 94 de nuestro WelabTalk. Con él hemos hablado sobre sus inicios en el cine, la pasión por el séptimo arte que comparte con su padre Hans (a quien entrevistamos hace unos meses), sus últimos proyectos y mucho más. También tuvimos tiempo para hablar sobre las técnicas y los equipos que utilizó en «Kepler Sexto B» (2023), rodada con equipos Welab.
Pablo Bürmann comenzó en el cine muy joven. Sus padres ya se dedicaban a ello y viajaban bastante por trabajo. Cuando volvían a casa, le contaban todas las historias y aventuras que habían vivido, algo que a él le apasionaba. Por eso, tras varios intentos de «estudiar y ser algo en la vida», decidió que esa vida no era para él. Convenció a su padre para que llevase a uno de los rodajes, porque Pablo Bürmann quería «contar historias y estar rodeado de arte». A la vez que aprendía y descubría cosas, contando su experiencia a través de la cámara.
«El poder contar historias a la gente me parece fantástico»
Su padre, Hans Bürmann, le dio algún que otro consejo durante sus primeros años. Pero el que más le marcó fue el primero, y es que su padre quería que se ganase las cosas por mérito propio, no por ser el hijo de. Por eso, en aquel primer rodaje le instó a trabajar duro, como el que más, porque en ese rodaje Pablo Bürmann no era nadie, se lo «tenía que currar, el apellido no servía de nada». De hecho nos asegura, que el apellido ha sido una especie de lastre, que le ha obligado a trabajar más duro, algo que le gusta y le ha hecho amar más su profesión.
Pablo Bürmann se considera un privilegiado. Ha podido rodar de la manera más clásica, en película. Pero también trabaja con equipos digitales, producción virtual y efectos especiales. De hecho, como director de fotografía ha rodado una película en un plató con croma, íntegramente. Una experiencia que recuerda como algo muy bonito. Para él, la producción virtual es una herramienta más, que abre un abanico de posibilidades más amplio. Aunque asegura que hay que estar bien preparados para utilizarla, porque aunque facilita el trabajo durante el rodaje, es una herramienta muy compleja de usar.
Respecto a los equipos técnicos, Pablo hace distinciones dependiendo del proyecto. Si es una película con un buen presupuesto, es necesario darle un estatus a la cinta, con lo cual se decanta por ARRI o Sony. Pero siempre con unas lentes con mucha personalidad «que maten la calidad». Por otro lado, para proyectos más pequeños le gusta mucho Blackmagic. Para él son cámaras que, pese a su bajo precio, cuentan con una calidad extraordinaria. Lo de las ópticas es otro mundo. Durante un periodo en el que no trabajó, Pablo Bürmann comenzó a estudiar y a interesarse por ópticas de fotografía. Algo que actualmente está muy de moda gracias a los rehousing.
También hemos hablado de varios de sus proyectos. Empezamos hablando de «Frágil Equilibrio» (2016), trabajo que consiguió el Goya a Mejor Película Documental. El director de fotografía lo recuerda como una de las mejores experiencias de su vida. Un proyecto de bajo presupuesto que le hizo recorrer el mundo y crecer personal y profesionalmente. De hecho, llegaron a conocer al expresidente uruguayo Pepe Mujica, algo que jamás olvidará. Y es que, Pablo Bürmann conocía el cine desde arriba y gracias a este documental se enamoro del cine desde abajo.
Otro de los proyectos de los que hemos hablado ha sido «Kepler Sexto B» (2023), rodada con equipos Welab. Un proyecto muy ambiciosa visualmente, pues se muestran dos realidades totalmente diferentes. La dura historia de una niña que sufre malos tratos y la de un hombre que cree vivir en una nave espacial. Inicialmente, la película contaba con un presupuesto de 3 millones, pero pasó a ser de 1,5 millones. En ese momento se sintió en su salsa, pues tenía la posibilidad de hacer mucho con poco presupuesto. En primer lugar diseñaron la nave especial y la iluminación dentro de un piso en lugar de un plató.
El momento de elegir lentes fue algo más complejo, Pablo buscaba unas lentes que fuesen definidas, pero no en exceso, para poder jugar con ellas en ambos escenarios. Desde Welab le recomendamos el uso de las Leica R, y el director de fotografía quedó encantado con el resultado. Para la cámara, escogió una Sony, pues iban a trabajar en condiciones de poca luz.
«Kepler Sexto B fue un encaje de bolillos, un viaje muy bonito»
Para finalizar esta entrevista Pablo Bürmann lanza un consejo a la gente estará (y a los que están) en el mundo del cine: Hay que divertirse contando historias y haciendo películas. También afirma que el cine español sigue siendo «pequeñito» y que debemos hacer las cosas con esfuerzo, con mucho esfuerzo, pero sin dejar de divertirnos. Que al final, es lo más importante.
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