El director y director de fotografía Aitor Uribarri es el invitado a nuestro WelabTalk 85. WelabTalk es un programa de entrevistas al que acuden como invitados distintos profesionales del sector cinematográfico. Directores, directores de fotografía, eléctricos, sonidistas, técnicos especialistas, directores de producción… Todo esto y mucho más lo encontrarás aquí, en WelabTalk.
Aitor Uribarri se enamoró del cine gracias a su madre, una gran cinéfila que inculcó el amor por el séptimo arte en su hijo desde muy temprana edad. Aitor comenzó estudiando arquitectura, pero el gusanillo del cine llevaba tiempo picándole. En tercero de carrera decidió abandonar sus estudios y mudarse a Madrid para comenzar a estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Europea. Su primera idea era dirigir, pero fue descubriendo poco a poco su interés y gusto por la fotografía, la luz y las texturas. Descubrió la ECAM y decidió continuar sus estudios allí.
«La ECAM no te enseña los conocimientos, te enseña cómo trabajar»
Nuestro invitado comenzó a realizar cortos, muchos cortos. Algunos fueron mejor que otros, pero en su opinión es fundamental realizar cortos. Ya que en este tipo de rodajes se conoce a mucha gente del sector y se empiezan a crear equipos de trabajo. Su corto «Horizonte» (2013) fue uno de los que mejor acogida tuvo y el que le abrió la posibilidad de trabajar en nuevos campos.
Aitor Uribarri trabaja mucho en Estados Unidos. De hecho, su madre es puertorriqueña, lo que le ha permitido disponer de la doble nacionalidad española-estadounidense. Gracias a esto, puede trabajar en Estados Unidos sin necesidad de visados o permisos de trabajo especiales. Ya en Estados Unidos conoce a la directora Elizabeth Rosenbaum, con quien trabaja como dop en su primera serie: «Relationship Status» (2016). Ese mismo año, trabajó en 5 largometrajes y en otra serie titulada «Confess» (2017).
Con nuestro invitado también hemos hablado de las diferencias entre rodar en España y en Estados Unidos. Allí el director de fotografía tiene mucho poder, está todo más segmentado y jerarquizado. Los directores ceden ese «poder» a los directores de fotografía. Por un lado es algo muy bueno, pero por otro lado puede dar lugar al síndrome del impostor. El director de foto se encarga del plano, la cámara. Mientras que el peso de la luz pasa a manos del gaffer. Se le da mucha importancia también a los diferentes directores de equipo, cosa que está comenzando a suceder. También nos cuenta la gran diferencia de presupuestos. Una película independiente, de menor presupuesto, puede llegar a contar con un millón y medio de dólares.
También ha dirigido sus propios proyecto. Aunque Aitor Uribarri nos ha confesado que no puede separar la cámara de la dirección. Lo entiende como un proceso común, ya que el cine es un medio visual. Si no, sería teatro. Es importante saber cómo lo quieres contar, la fuerza de un plano o qué ópticas se van a utilizar. Cree que existen demasiados guionistas-directores y pocos directores con visión.
En los diferentes proyectos de Aitor Uribarri hay un género que destaca por encima del resto: el terror. El director de fotografía es un amante de este género, de lo fantástico, lo sobrenatural y lo imposible. Trabajar como director de fotografía en un proyecto de terror es una suerte, ya que se puede trabajar con la sombra. Para él, trabajar con lo que no se ve, a nivel de lenguaje audiovisual, es una de las tareas más interesantes que ofrece el género.
Respecto a sus preferencias en equipos cinematográficos nos habla sobre la gran cantidad de posibilidad que tienen os profesionales hoy en día. Nunca antes había existido tanta variedad de cámaras y ópticas. Aunque se ha declarado muy fan de la Sony Venice y su ISO Dual. También le gusta de este modelo la sencillez de sus menús, el look y el RAW que ofrece. Respecto a ópticas se muestra un gran admirador de las lentes anamórficas. Y para él, Cooke se lleva la palma en este tipo de lentes. Aunque también siente mucha curiosidad por las lentes desarrolladas por Panavision.
Aitor Uribarri finaliza esta entrevista con un par de recomendaciones a las nuevas generaciones de cineastas. Lo primero, no desesperar, esto es una carrera de fondo. Saber escuchar, saber aprender de los errores y de los aciertos. También recomienda ver muchas pelis, es importante conocer la técnica y las ópticas. Pero hay que saber que hacer con ello, hay que conocer el lenguaje audiovisual, tener referencias, para poder darle sentido a las historias que queremos contar. Y eso se consigue viendo muchas películas, ya sean malas, buenas o regulares.
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