El LED ha encontrado un hueco en el mundo audiovisual aportando una flexibilidad y rendimiento de manera creativa. Los estudios LED se han convertido, en poco tiempo, en la alternativa a lo que conocemos como escenarios, reales, de película. Convirtiendo los rodajes en una experiencia cinematográfica a gran escala gracias al salto tecnológico que suponen. Atrás comienzan a quedar los escenarios reales, grandes y complejos a veces. Que suponen una alta y compleja planificación logística y de recursos. Más si cabe cuando se rueda en zonas de alta afluencia de gente, junto con una complicada negociación y licencias de rodaje, más allá del evidente coste económico que conllevan.
Todo esto ha sido, sin duda, la clave de la aparición y el rápido éxito de los Estudios de Producción Virtual LED. Que, si bien fueron utilizados en primera instancia como espacios para eventos híbridos y retransmisiones quizá más corporativas, han entrado con fuerza en la producción cinematográfica debido a su «infinito» potencial para recrear cualquier escenario cinematográfico.
Parece fácil pero, sin embargo, no lo es. Se trata de una dinámica compleja: una innovadora solución en la que confluye un mundo tangible con uno virtual. – Una pared trasera para crear una iluminación ambiental y los reflejos. Una iluminación para la escenografía y accesorios reales. La posición de la cámara se rastrea en tiempo real y un sistema especializado representa el contenido desde la perspectiva exacta de la cámara que será lo que proyecte el propio sistema LED. Finalmente, a todo ello se suma el talento del director de fotografía y su equipo para crear efectos ambientales y realistas-.
Es innegable que se trata de una solución completa que conlleva un desembolso importante para los estudios pero que, sin embargo, se contrarresta reduciendo gastos de los llamados generales durante el rodaje y, posteriormente, durante la postproducción.
No pensemos que esta tecnología supondrá, a corto/medio plazo, el fin de los rodajes en un set o el uso de efectos visuales. Pero sí suponen, en cambio, una innegable ayuda a actores que dejan de enfrentarse a una pantalla verde vacía donde interactuar en tiempo real.
Más allá de eso sumo también muchos otros puntos positivos. Supone un proceso de producción no destructivo, sin generar residuos derivados de la construcción de un decorado físico. Presenta opciones ilimitadas en cuanto a la adaptación a aquellas necesidades complejas de guion. Permite evocar cualquier estación climatológica (o evitar dependencias meteorológicas en escenarios reales), en cualquier país o en cualquier planeta.
Seguro que todos hemos visto ya ejemplos de este tipo de pantallas curvas que llegan a medir hasta 6 metros de altura por 22 de diámetro. Además de contar con una calidad de imagen extraordinaria y un realismo difícil de superar.
Y llegados a este punto, para los más incrédulos hacemos un rápido repaso a las ventajas que suponen el uso de pantallas LED en la producción de efectos visuales frente al croma o rodar en espacios reales:
- Cambios en el escenario en tiempo real antes reservados a la etapa de postproducción y que supone un control total sobre la imagen final
- Control de la luz y el color favoreciendo una composición más uniforme y una integración perfecta de elementos virtuales y reales
- Menor utilización del croma, aunque las pantallas permiten su uso de una forma más dinámica en zonas determinadas necesarias para la producción
- Menor tiempo de postproducción aunque aumenta en la preproducción por la necesidad de creación de todos los elementos virtuales. No obstante, merece la pena
- Menos filmaciones en exteriores y, absolutamente todo, bajo control
- Menor coste, es evidente
Los Estudios de Producción Virtual LED han venido para quedarse y lo harán porque ofrece a los productores una ventana (nunca mejor dicho) de sostenibilidad, eficiencia y libertad creativa.
¿Te ha gustado este artículo? Recuerda, tenemos muchos más disponibles en nuestra página web.
Los comentarios están cerrados.