Los años 2000 trajeron consigo el cambio de siglo. Se vivieron grandes cambios sociales y tecnológicos, que repercutieron directamente en el sector cinematográfico. En Welab continuamos nuestro repaso a la historia del cine hablando de una de las décadas más exitosas de Hollywood.
El 11 de septiembre de 2001 se produjo el atentado contra las Torres Gemelas en la ciudad de Nueva York, un suceso que cambiaría el mundo tal y como lo conocíamos. Tras los atentados, el por aquel entonces presidente de Estados Unidos George Bush declaró la guerra a las células terroristas de Oriente Medio y envió tropas a Afganistan e Irak. El sector cinematográfico se hizo eco de este suceso y se crearon varias películas con una temática que giraría en torno a este trágico suceso. El documental «Fahrenheit 9/11» (2004) dirigido por Michael Moore tuvo una gran acogida entre el público por su tratamiento de la situación política del momento. Otras películas como «En tierra hostil» (2008) también tuvieron un gran éxito. Consagrando a la directora Kathryn Bigelow, que se convirtió en la primera mujer en ganar un premio Oscar a Mejor Dirección.
El cine de terror vivió una transformación en los años 2000. Surge un nuevo género conocido como neo-gore cuyo máximo exponente es James Wan, encargado de dirigir «Saw» (2004). Por otro lado, se realizaron varios remakes de películas de terror clásicas como «La matanza de Texas» (2003) o «Halloween» (2007). Los zombies consiguieron una gran fama entre las masas. Aunque no todo eran muertos vivientes y sangre, este género se utilizó como excusa para hablar de la inestabilidad social. Esto podemos verlo en películas como «28 días después» (2002) o «Zombieland» (2009). Además estás películas contaban en su reparto con estrellas de la talla de Cillian Murphy, Woody Harrelson o Emma Stone.
Otra rama del género de terror que ha triunfado estos años ha sido el found footage y todo lo relacionado con posesiones y casas encantadas. Algunas cintas clave de esta rama del terror son «Monstruoso» (2008) o «Paranormal Activity» (2007). Años más tarde, compañías como A24 han decidido ir un paso más allá el género de terror con creaciones tan interesantes como «Déjame salir» (2017) o la más reciente «Háblame» (2022).
Otro de los géneros favoritos del público durante los años 2000 es el de aventuras y fantasía. Quizás sea por el optimismo que transmiten estas películas. Aunque también es posible que su éxito se deba a la gran cantidad de dinero gastado en publicidad por parte de las productoras y distribuidoras. Muchas de las grandes sagas de fantasía de estos años han sido adaptaciones de obras literarias. Son claros ejemplos de esto «Harry Potter y la piedra filosofal» (2001), «El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo» (2001) o «Crepúsculo» (2008).
La figura del antihéroe también ha sido clave en estos últimos años. Es imposible olvidar a personajes como el Capitán Jack Sparrow de «Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra» (2003), interpretado por el camaleónico Johnny Depp. Durante los años 2000 también se retomaron franquicias clave en la historia del cine. James Bond volvió a la gran pantalla interpretado por Daniel Craig en «Casino Royale» (2006) y Tom Cruise volvió a meterse en la piel del espía Ethan Hunt en «Misión: Imposible 2» (2000).
Pero sin duda, el género que más fuerza ha tenido en los años 2000 ha sido el de superhéroes. Las adaptaciones de comics merecen una mención especial en este artículo. Todo empezó con «X-Men» (2000), película que nos presentó a un grupo de mutantes interpretado por Hugh Jackman, Halley Berry y Patrick Stewart, entre otros. Algo más tarde, se estrenaría «Spiderman» (2002), dirigida por Sam Raimi. La adaptación de uno de los superhéroes más queridos fue todo un éxito en taquilla. Esto dio lugar a dos secuelas y a dos reboots más. El nacimiento del UCM (Universo Cinematográfico Marvel) fue un antes y un después para este género. Todo comenzó con «Iron Man» (2008), dando lugar a varias películas y eventos cinematográficos que girarían en torno a un grupo de superhéroes conocidos como Los Vengadores.
La gran competidora de Marvel siempre ha sido DC, y en el sector cinematográfico no iban a ser menos. El gran éxito de DC fue la trilogía de Batman dirigida por Christopher Nolan y protagonizada por Christian Bale. Su éxito fue tal, que las tres películas de la trilogía están consideradas de las mejores de los últimos años, destacando «El caballero oscuro» (2008) por la interpretación del Joker realizada por el actor Heath Ledger. Al actor ya le habíamos visto en «Destino de caballero» (2001) o en «Brokeback Mountain» (2005).
No podemos terminar de hablar de adaptaciones de comics sin hablar del director Zack Snyder. Todo un apasionado del género, fue el encargado de llevar a la gran pantalla «300» (2006) y «Watchmen» (2009). Más tarde llevaría a la gran pantalla una serie de películas protagonizadas por Superman, Wonder Woman y Aquaman, en un intento fallido de copiar la exitosa fórmula desarrollada por Marvel.
El cine de animación se consagró durante los años 2000. Pixar sacó a la luz películas con historias conmovedoras como «Monstruos S.A» (2001), «Buscando a Nemo» (2003), «Los Increíbles» (2004) o «Ratatouille» (2007). En cambio, Dreamworks decidió apostar más por el humor con películas como «Shrek» (2001) o «Madagascar» (2005). Blue Sky nos llevó a la época de la glaciación de la mano de «Ice Age» (2002) y los chicos de Illumination nos presentaron a los simpáticos minions en «Gru: mi villano favorito» (2010). La animación japonesa también vivió un momento de auge al principio de los años 2000, siendo «El viaje de Chihiro» (2001) la primera película de animación japonesa en obtener un premio Oscar a Mejor Película de Animación.
Respecto a la animación, también se continuó utilizando la técnica de stop motion. Nick Park fue el encargado de crear «Chicken Run: Evasión en la granja» (2000). Mientras que Tim Burton rescató la estética de «Pesadilla antes de Navidad» (1993) en la película «La novia cadáver» (2005).
La redes sociales fueron clave en esta primera década de los años 2000. Facebook, Instagram y Twitter fueron herramientas clave para publicitar las costosas producciones que realizaba Hollywood. Incluso se estrenó la película «La red social» (2010), basada en la historia de la creación de Facebook.
El cine más independiente también tuvo su lugar en los años 2000 gracias a varios directores y directoras de cine. Spike Jonze dirigió «Adaptation. El ladrón de orquídeas» (2002), Michel Gondry hizo lo propio con «¡Olvídate de mí!» (2004) y Soffia Coppola se consagró gracias a «Lost in Translation» (2003). Aunque no tan independientes, otros grandes directores de estos años fueron David Fincher con «Zodiac» (2007), Paul Thomas Anderson con «Pozos de ambición» (2007), Guillermo del Toro con «El laberinto del fauno» (2006) o Quentin Tarantino con «Kill Bill» (2003) y «Malditos bastardos» (2009).
Los veteranos del Nuevo Hollywood también continuaron haciendo cine. Steven Spielberg nos sorprendió a todos con «Minority Report» (2002), «Atrápame si puedes» (2002) y «La terminal» (2004). Martins Scorsese dirigió cintas de la talla de «Gangs of New York» (2002), «Infiltrados» (2006) o «Shutter Island» (2010).
Fueron unos años en los que se vivieron grandes cambios tecnológicos. En el sector cinematográfico se perfeccionó el uso del vídeo digital de alta definición. George Lucas fue el primer director en rodar completamente en alta definición, lo hizo en «Star Wars: El ataque de los clones» (2002). Otro de los grandes desarrollos tecnológicos fue la vuelta del 3D. El director James Cameron creo un sistema de grabación en 3D que fusionó con la captura de movimientos para crear su película «Avatar» (2009).
Pero, sin duda, si algo representa a los años 2000 cinematográficamente hablando, es la irrupción en nuestros hogares de plataformas de vídeo bajo demanda como Netflix. Aunque la compañía llevaba funcionando desde 1997 como alternativa a la cadena de videoclubs Blockbuster, en 2007 dio el salto al streaming de vídeo. Más tarde, comenzaría a generar sus propios contenidos y se convertiría en el gigante del streaming que es hoy en día. Esto hizo que surgiesen otras plataformas como Amazon, HBO, Apple TV o Disney+. Y así, la manera en la que consumimos cine y series cambió para siempre.
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