Alberte Branco, director de fotografía, ha sido el invitado a nuestro WelabTalk 74. El último trabajo de este dop gallego se llama «A Foreign Song» (2023), una película de estilo documental cuyo principal protagonista es la arquitectura. Con él también hemos hablado de sus inicios como operador de cámara para televisión, su pasión por el cine y la cinematografía, sus equipos cinematográficos favoritos y mucho más.
Alberte Branco se enamoró del cine gracias a uno de sus profesores, concretamente el de matemáticas. ¿Extraño verdad? Su profesor era todo un cinéfilo y realizaba actividades extra escolares en las que se proyectaban diferentes películas y se realizaban pequeñas fichas técnicas sobre las mismas. Este profesor le enseñó los diferentes oficios dentro del mundo del cine, y el de director de fotografía fue el que más le llamo la atención. Comenzó trabajando como operador de cámara de televisión, cubriendo noticias.
Más tarde realizó un FP experimental en Galicia relacionado con la imagen y el sonido. Después solicitó una beca para estudiar en la escuela de San Antonio de los Baños, en Cuba. Se la concedieron, pero decidió quedarse en Galicia a rodar una película como meritorio de eléctricos, junto al director de fotografía Tomàs Pladevall. Continúa formándose en Barcelona, hasta que finalmente rueda su primera película como director de fotografía.
Al director de fotografía le interesan las historias creíbles, que le puedan pasar a cualquier persona de a pie. Por eso, su estilo cinematográfico es bastante intimista. Para este director de fotografía es clave saber la historia y el estado de ánimo de los protagonistas. Aunque, reconoce que en alguna ocasión ha utilizado un estilo más impresionistas, como es el caso de «Malencolía» (2021).
Alberte Branco siente predilección, y especial cariño, por las ópticas Cooke. Tuvo la oportunidad de rodar con las Cooke Anamorphic y quedó encantando con el look que ofrecían, aún más en anamórfico. En lo que a cámaras se refiere, se decanta por el sensor de ARRI, ya que tiene una textura muy específica y orgánica. Aunque no descarta trabajar con otras marcas, en su opinión es importante disponer del mayor número de herramientas. La elección dependerá del proyecto y del presupuesto.
En los últimos años, Galicia está siendo una de las localizaciones más utilizadas de España para rodar. Alberte asegura que no es tanto por su belleza (que podría serlo sin ningún problema), si no por las emociones que transmite el paisaje gallego, al que denomina «espacio emocional».
Su último trabajo, «A Foreign Song» (2023), ha sido uno de sus mayores retos profesionales. En esta película documental, la arquitectura es la protagonista, la figura humana queda relevada a un segundo plano. Lo importante aquí son las calles, los edificios y los suburbios captados por el director de fotografía. Curiosamente, durante el rodaje, Alberte fue padre. Debido a su profesión, es muy complicado poder conciliar su vida familiar con la personal.
Para Alberte Branco, el sector cinematográfico es una carrera de fondo y aconseja a los más jóvenes a que no se rindan, su momento llegará tarde o temprano. A los futuros y futuras dops les aconseja observar: pintura, arte, la luz entrando por la ventana. Para más tarde poder plasmarlo en pantalla con las herramientas que tengas a tu disposición.
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