Era el año 1917 cuando un par de amigos aficionados a la fotografía deciden alquilar un viejo comercio de zapatero en Múnich y montar uno de tecnología cinematográfica. Sus nombres eran August Arnold y Robert Richter. Los dos jóvenes comenzaron con un solo producto: una máquina copiadora que construyeron con un torno que Richter había recibido como regalo de navidad. Con las dos primeras letras de sus apellidos dan origen a la marca ARRI, archiconocida por todos.
Hoy, tras más de 100 años, las oficinas centrales de ARRI se ubican en la misma dirección que aquella pequeña tienda, en la calle Türkenstrasse en Múnich. Solo que actualmente las instalaciones se han ampliado hasta cubrir la manzana entera y es solo una de las numerosas oficinas que tienen en todo el mundo.
Aunque la larga historia de ARRI se ubica predominantemente en la era del celuloide, actualmente es más grande de lo que jamás había sido. Con más empleados, más productos y más participación en el mercado internacional que nunca antes. Cuando en 2017 cumplieron un siglo su lema fue: “A los 100 años de edad, el futuro nunca se había visto tan excitante”. Hoy, en 2021, esta premisa se sigue cumpliendo.
La primera cámara de ARRI
Arnold y Richter eran operadores de cámara, productores de películas y un local de alquiler de equipamiento ya antes de producir una cámara ARRI. Desde el inicio trabajaron directamente con los cineastas y la percepción y conocimiento que adquirieron los ayudó a desarrollar equipamiento que cumpliera con los requerimientos reales del trabajo en set.
Aunque actualmente desarrollen todo tipo de productos cinematográficos: cámaras, lentes, material de iluminación y todo tipo de equipamientos para facilitar el trabajo a los cineastas, desde el principio apostaron por las cámaras. La primera fue desarrollada por August Arnold en 1924 y llevaba el nombre de Kinarri 35, fruto del acrónimo de la palabra alemana kino (cine) y ARRI.
Esta era una cámara que albergaba 100 pies de película estándar de 35 mm con manivela en un cuerpo redondo de aluminio. Se inspiró en la cámara Akeley presentada en 1919. La manivela estaba en el lado derecho y la velocidad de fotogramas se ajustaba de forma manual según la rapidez con la que el director de fotografía la girara. La Kinarri 35 se completa en 1925 y Arnold se la envía a su colega Richter que estaba en Hollywood aprendiendo sobre el negocio del cine estadounidense.
En 1927 llega su primera cámara de 16 mm, Kinarri 16, pensada para aficionados. También con manivela.
Arriflex: el invento revolucionario
En 1937, 20 años después de poner en marcha su negocio, producen el invento más revolucionario de su carrera. La propia marca lo considera “un año histórico”. Hablamos de la cámara Arriflex 35, la primera cámara réflex con obturador de espejo. Por primera vez en la historia del cine, el operador de cámara podía enfocar a través del visor y encuadrar al sujeto sin errores de paralaje.
Esta capacidad de ver realmente a través de la lente de la toma fue toda una revolución. Gracias a la Arriflex los cineastas podían tener más control sobre su visión creativa. En consecuencia, los directores de fotografía fueron mucho más autores de lo que estaban grabando de lo que lo eran anteriormente.
Este primer diseño de la Arriflex 35 fue tan eficiente que se utilizó hasta la última cámara de película que fabricó ARRI. De hecho, en 1982, 45 años después de su lanzamiento Arnold y Richter recibieron el Oscar al mérito científico o técnico por el concepto y la ingeniería de esta cámara.
“Arriflex realmente entendió lo que querían los cineastas”
Pero estamos en Alemania en 1937, pronto estallaría la Segunda Guerra Mundial y la exportación de Arriflex 35 se vería afectada. Sin embargo, este innovador visor réflex fue rápidamente admirado por el ejército nazi alemán, quienes la utilizaron para grabar los estragos de la guerra.
ARRI tuvo que esperar hasta 1947 para que su revolucionario invento, la Arriflex, conquistara Hollywood. Pero la espera mereció la pena.
La cámara Arriflex llega a Hollywood
En 1947, se rodó por primera vez en Hollywood con la Arriflex 35. Se trataba de Dark Passage, dirigida por Delmer Daves y protagonizada por Humphrey Bogart y Lauren Bacall. Humphrey Bogart interpreta a un hombre que ha sido encarcelado injustamente por el asesinato de su esposa. Escapa de la prisión y decide cambiar sus rasgos mientras intenta demostrar su inocencia. Una atractiva desconocida (Lauren Bacall) le presta ayuda porque su padre también fue víctima de un error judicial. En esta película se utiliza la técnica de cámara subjetiva desde el punto de vista del personaje de Bogart. No le vemos la cara hasta después de someterse a la cirugía para cambiar su aspecto.
Al darse cuenta de que la elección de la cámara para estas tomas subjetivas era de crucial importancia, Delmer Daves adquirió una Arriflex 35 del gobierno de Estados Unidos después de descubrir que varias habían sido traídas de Alemania al final de la guerra. El veterano director de fotografía Sidney Hickox (1895–1982), que también había fotografiado las dos películas anteriores de Bogart y Bacall, se adaptó rápidamente al uso de esta cámara pequeña y portátil tanto en el set como en localizaciones de San Francisco, donde se rodó la película.
El diseño compacto de la Arriflex y su sistema de visualización réflex les permitió capturar imágenes más íntimas además de compuestas con precisión, lo que resultaba fundamental para una película donde predomina la cámara subjetiva. Desde entonces a la cámara estrella de ARRI no le faltó trabajo y por su visor se han asomado los ojos de miles de cineastas.
La gran aliada de la pequeña pantalla
En 1950 ARRI lanza la versión para 16 milímetros justo en el momento perfecto. La explosión televisiva estaba a punto de producirse. Esto hizo que a partir de la década de los 50, la cámara Arriflex 16ST se convierta en el caballo de batalla universal para la recopilación de noticias, reportajes deportivos y documentales. Los diseños de ARRIFLEX se volvieron cada vez más ergonómicos, lo que facilitó la filmación de mano con un solo operador.
Medio siglo después, ARRI ha seguido aplicando estos mismos principios a sus cámaras de cinematografía digital: facilidad de uso, velocidad de configuración, equilibrio, comodidad y capacidad de respuesta.
Grandes películas rodadas con Arriflex 35
Esta cámara de ARRI ha sido utilizada en infinidad de clásicos del cine americano. El director Stanley Kubrick la utilizó para el rodaje de sus grandes obras como El Resplandor (1980), La chaqueta metálica (1987) o La naranja mecánica (1971).
También se rodó otro clásico como Apocalypse Now (1979) del gran Francis Ford Coppola, que algunos han catalogado como el rodaje más salvaje de la historia.
Otros títulos son Bullit (1958) de Steve McQueen, Easy Rider (1969) dirigida por Dennis Hopper, Memorias de África (1985) ganadora del Oscar a Mejor Película o GoodFellas (Uno de los nuestros) realizada en 1990 y dirigida por Martin Scorsese.
Más de un siglo de historia
Al contrario que otras compañías, ARRI ha sabido adaptarse perfectamente al cambio del celuloide a la cinematografía digital. Hoy, en 2021, sigue siendo un referente y es la marca predilecta para miles de directores de fotografía. El motivo principal es su cámara ARRI Alexa, cuya primera versión surgió en 2010. De hecho, en Welab es uno de nuestros best sellers. Desde entonces le han sucedido la ARRI Amira y la versión mini de la Alexa. Además de la Alexa LF y su respectiva versión mini.
Su filosofía siempre ha sido la misma: seguir mejorando cada una de estas cámaras con actualizaciones constantes. Exactamente lo que ya hacían con las cámaras Arriflex décadas atrás.
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