Tal vez el travelling en el cine, inventado por pura casualidad (-dicen-) por un operario de los hermanos Lumière, ya no sea uno de los movimiento de cámara más populares. Ha sido eclipsado, sin duda, por los movimientos de la steadicam o las cámaras en suspensión que se desplazan de forma paralela al recorrido de la acción o de un determinado personaje. Estas técnicas tienen una libertad que nunca tuvo el travelling. Aunque este último fue, sin duda, el primer gran cambio a nivel técnico del cine y le aportó el movimiento que (en sus inicios) no tenía.
Una historia de movimiento
Aquel cine, en su nacimiento, tomó las características propias del teatro (su primo lejano). Con el paso del tiempo tuvo que improvisar y crear e incorporar técnicas propias que favorecieran la creación de un lenguaje propio, del lenguaje cinematográfico. Tuvo que mover la cámara, inclinarla o llevarla a pulso para enriquecer el sentido narrativo a la vez que aprendía a dominar el espacio y la escena de una historia.
Todo había cambiado; el movimiento de cámara en el cine favorecía -y favorece- la creación de efectos significativos que proporcionan continuidad a la acción contando, siempre, con las necesidades narrativas de la propia película.
Un porqué y un para qué
La llegada del travelling en el cine (precursor de un sin fin de mecanismos posteriores) supuso un nuevo concepto y una forma diferente de hacer películas. Cambió el paradigma espacial, no solo delante de la cámara sino también detrás atendiendo a toda la parte técnica. De esta forma, por ejemplo, un movimiento de travelling hacia adelante sobre un objeto importante o un plano de grúa lento de alguien en un paisaje ayudan en la comprensión de las claves informativas de una determinada historia.
Con el travelling la forma de contar historias adquiere un nuevo sentido donde los planos se amplían y también las funciones narrativas de estos. Sobre todo cuando el director es capaz de incorporarlos sin que el espectador los note, para introducirlo plenamente en la acción sin que sea consciente de los diferentes cortes y movimientos. Se convierte así en un elemento cuyo propósito no es otro que centrar la atención del espectador en elementos concretos. También añade dramatismo, muestra detalles, crea profundidad y, sobre todo , hace al espectador partícipe. Lo dicho… todo un elemento diferenciador si lo comparamos con los principios del cine.
La historia del travelling
Cuentan que fue en 1896 cuando los Lumière enviaron a un operador, Alexandre Promio, a recorrer el mundo. Este subió la cámara en un camión mientras filmaba, ahí nació (dicen) y registrado quedó en la secuencia del Gran Canal de Venecia (casualmente rodado unos meses antes de la primera proyección comercial en el Salón Indien). Lo más interesante de este “descubrimiento”, denominado por los hermanos Lumière con el apelativo de panorama, fue que era tan avanzado que no se convirtió en un gran recurso hasta pasada casi una década.
Unos años más tarde los hermanos Baños, los responsables de las películas pornográficas que encargaba Alfonso XIII, también subieron la cámara sobre un tranvía mostrando la vida barcelonesa a principios del siglo pasado.
Allá por 1913 la productora Gaumont ya producía las primeras persecuciones en exteriores con movimientos de travelling. Sin embargo, no sería hasta que el director David W. Griffith los hizo habituales en sus producciones. Con él, el travelling adquiriera el elemento dramático que, más tarde, Serguéi Eisenstein convirtió en algo absolutamente necesario en las estremecedoras imágenes de la masacre de “El acorazado Potemkin”. Tras ellos, John Ford subió el travelling a un camión para correr junto a los indios pieles rojas en las cargas frente a los soldados americanos en sus películas. Al igual que la Gaumont, pero era el gran John Ford, y después… vinieron el resto.
Su evolución en la historia
De este pequeño cambio surgieron, más tarde, auténticos profesionales del plano en movimiento. Brian de Palma, Andrzej Zulawski, Alfred Hitchcock, Spike Lee, Martin Scorsese en “Taxi Driver”, González Iñárritu en “Birdman” o Tarantino. O Wes Anderson que consigue la sincronía visual de los personajes en el paisaje con un ritmo pautado. Lo que permite que el espectador se adentre y se centre en lo que el director quiere mostrar en cada escena. Todos estos directores hicieron de esta técnica un arma perfecta en su particular narrativa de cada uno de sus films.
Un ejemplo fantástico de ello lo analiza José Luis Castro de Paz en su artículo –Travelling: mirada y delirio (“Vertigo”, 1958, Alfred Hitchcock)– (que os invitamos a leer) donde realiza una exposición del uso de esta “herramienta” por parte del maestro Alfred con fines puramente narrativos para hacer de ella ese arma cargada. Lo deja claro con este apunte:
- Hitchcock consuma y lleva al límite, como señala Gilles Deleuze, la imagen-movimiento, porque su cine, aún ligado a la acción, se sitúa a las puertas de esa situación óptica y sonora pura que permitiría captar «algo intolerable, insoportable. No un hecho brutal en tanto que agresión nerviosa… (sino) algo excesivamente poderoso, o excesivamente injusto, pero a veces también excesivamente bello y que entonces desborda nuestra capacidad sensoriomotriz». Y no deja el autor de observar, al mismo tiempo, como ya el romanticismo inglés se proponía esa finalidad de captar lo insoportable, lo intolerable, «el imperio de la miseria, y con ello hacerse visionario, hacer de la visión pura un medio de conocimiento y acción»
¿Pero qué es el travelling en el cine?
No es otra cosa que un movimiento donde la cámara se desplaza, habitualmente, montada sobre un carrito apoyado en dos vías paralelas.
Quizá podamos desarrollar una definición algo más acertada diciendo que se trata de un “desplazamiento de la cámara variando la posición de su eje y que se realiza situando la cámara en una vagoneta que se mueve sobre un carril de hierro o mediante un dispositivo aéreo” (o un camión, como hizo el Sr. Promio). Sí, quizá sea mejor definición.
Sea como fuere, está definido por tener una longitud definida y, por tanto, el movimiento está siempre limitado a esa distancia. Tradicionalmente, los travelling han sido siempre sistemas robustos y pesados, y obligaban a contar con una gran logística para transportar, manipular, montar y desmontar el artilugio aportando poca flexibilidad a los movimientos que, eso sí, eran suaves y firmes. En la actualidad ya han parecido sistemas más ligeros que facilitan su uso. Algunos son ultraligeros y reducidos, llamados convencionalmente “sliders” que simulan el movimiento travelling y que son ideales para aportar movimiento a cámaras pequeñas o situaciones que requieran una logística reducida y un aporte de facilidades. Incluso, antes que estos, aparece la integración de un combo perfecto entre grúa y travellling permitiendo una sincronización perfectos para ese lenguaje cinematográfico definido que antes comentábamos.
Tipos de travelling en el cine
Existen hasta 8 tipos diferentes de travelling, si, has leído bien, 8 distintos. De seguimiento, de descubrimiento, de presentación progresiva, circular, compensado, aéreo, retro y avant.
Una breve descripción de cada uno de ellos:
- De seguimiento cuando la cámara sigue al sujeto, nuestro detrás de él, descubriendo y describiendo el entorno al mismo tiempo
- De descubrimiento igual que el anterior pero finalizando con un elemento inesperado que cambia la acción
- Presentación programa muestra los detalles de un objeto que, al mismo tiempo, lo tiene que estar viendo el sujeto
- Circular se realiza describiendo un movimiento circular en torno al objeto
- Compensado combina un zoom hacia atrás con un desplazamiento hacia delante. El objeto principal mantiene el mismo tamaño, solo cambia la perspectiva del fondo
- Aéreo la cámara sigue al sujeto desde un punto de vista muy elevado para acabar con la cámara siguiendo al personaje
- Retro aquel que se sitúa delante del rostro del sujeto, mientras que la cámara retrocede a medida que avanza el sujeto
- Avant donde la cámara avanza a medida que el sujeto retrocede
Quizá ahora te hayamos acercado un poco más lo que puede llegar a suponer realizar un travelling y qué “efectos secundarios” puede llegar a tener. Algunas referencias interesantes en este aspecto son las que nos hacen los compañeros del blog historiadelcine.es para ver ejemplos reales de tipos de travelling.
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