La claqueta es uno de los elementos más característicos que se utilizan en el rodaje de cualquier película. Hoy, en Welab, te contamos todos los secretos que se esconden tras este instrumento indispensable en cualquier producción audiovisual.
El origen de la claqueta
En la época del cine mudo, ya existía un método parecido al de la claqueta, pero menos cómodo para trabajar, ya que la movilidad era mucho más reducida: la pizarra. Ésta se colocaba al principio de cada toma para poder ver en los primeros fotogramas de qué plano y toma se trataba. Posteriormente, con la llegada del sonido, se le añadió la pieza rectangular en la parte arriba con la que se hace el famoso “clack”. El invento se le atribuye al australiano Frank W. Thring.
Thring fue uno de los pioneros de la industria cinematográfica australiana que empezó trabajando como proyeccionista en el año 1911 y que, apenas diez años después, controlaba una de las más importantes productoras y distribuidoras del país.
Durante la década de los años 20, con la incursión del sonido en las películas, se encontraron con que la sincronización entre el equipo de filmación de imagen y el sonido no siempre era la correcta, por lo que Frank W. Thring ideó un método que pudiese facilitar el trabajo de ambos equipos y, sobre todo, al director del rodaje: “la claqueta”.
Hasta aquel entonces, únicamente se utilizaba una pizarra en la que se anotaban todos los datos del equipo y filme, el número de escena, el plano y la toma a rodar. A esta pizarra, Thring le añadió una tablilla en la parte superior unida por una bisagra. Al golpear la tablilla sobre la placa inferior indicaría el momento exacto en el que se comenzaba a grabar, acompañado de ese característico ruido que facilita la sincronización de la imagen y el sonido.
Tipos de claqueta
Aunque siempre se nos viene a la cabeza la imagen de la clásica claqueta de color negro en la que se escribe con tiza, lo más común actualmente son las blancas de rotulador no permanente, ya que son mucho más prácticas, se ven mejor con una menor intensidad lumínica y, además, son capaces de aguantar condiciones meteorológicas adversas.
En los últimos años, han salido aplicaciones inteligentes para tabletas y móviles, muy personalizables. El único problema al que tienen que hacer frente todavía es la escasa capacidad de captación del sonido y, especialmente, el ruido.
A la hora de hablar de las claquetas más utilizadas en las grandes producciones, tenemos que mencionar a las más sofisticadas: las claquetas digitales. Estas incluyen una pantalla con un código de tiempo y producen un «bip» electrónico en vez del “clack” al que estamos acostumbrados. Gracias a la implementación de este sistema, se facilita mucho las filmaciones, especialmente para grabaciones multi-cámara.
Recientemente, el equipo de Tribe7 ha desarrollado la BLACKSLATE7. Cuenta con una pizarra para rotuladores de borrado en seco, pero no se trata de una superficie de escritura cualquiera.
La nueva BLACKSLATE7 tiene una pantalla de papel electrónico similar a la de un Kindle. En lugar de una pizarra con letras pre grabadas o gráficos personalizados que hay que encargar con antelación, los gráficos y el texto de la plantilla de esta claqueta pueden cambiarse inmediatamente mediante el uso de su app móvil. Esta app nos permite cambiar el formato y color tanto de las letras como del fondo. También nos permite añadir nuestros propios diseños creados mediante Photoshop o Illustrator. Toda una innovación disponible en nuestro catálogo.
Funciones
Indicar la producción: Las claquetas han de tener siempre inscritas el nombre de la producción o título de la película, el del director y el director de fotografía. La razón por la que se añaden estos datos es porque, antiguamente, cuando se grababa en celuloide, se enviaban los rollos al laboratorio. Una vez allí, se juntaban con el resto de rollos de otras películas, por lo que había que diferenciarlos de una manera sencilla para facilitar el trabajo del encargado de revelar y montar la película.
Enumerar el rollo o tarjeta: Al igual que ocurría con el número de películas, cada una de ellas estaba rodada con varios rollos de celuloide distintos, por lo que era necesario enumerarlos, con el fin de llevar un control y no perder la continuidad dentro de la misma obra. Actualmente, en la era digital, se ha cambiado el número de rollos por el número de tarjetas de memoria o de discos duros.
Enumerar planos y tomas: Esta información es de vital importancia para el montador y su ayudante, para que puedan organizar todo el material en el software que utilizan y llevar a cabo el montaje de la película.
Sincronizar imagen y sonido: La mayoría de veces, el sonido y la imagen, por cuestiones de práctica y calidad, se graban por separado. Se registran en aparatos diferentes para luego sincronizarlos. El “clack” que hacemos frente a la cámara al inicio de la secuencia es la referencia para unirlos en postproducción y estén perfectamente acompasados.
Cómo se utiliza la claqueta
A la hora de enumerar las tomas, se suelen utilizar dos indicaciones distintas: scene y take.
Los técnicos profesionales enumeran la escena seguida de una letra. Por ejemplo: escena 2, y el plano A, B, C, D… Es decir, que scene indica el número de secuencia y plano en una misma nomenclatura. Todo esto depende de cómo se hayan organizado los planos en el guion técnico. Esa decisión es tomada por el script o continuista.
Antes de comenzar a grabar, la claqueta debe estar colocada delante de la cámara, en un lugar y posición donde se pueda ver claramente toda la información mostrada en la claqueta. Generalmente, es el auxiliar de cámara el que se encarga de cantar claqueta, o lo que es lo mismo, leer toda la información contenida para que quede registrada en el sonido.
Una vez que el operario sale del encuadre, el operador de cámara dice “cuadro”, indicando al director que puede decir “acción” cuando quiera. Todo está listo para rodar.
Maneras de dar la claqueta
Claqueta final: Si, por alguna razón, es complicado poner la claqueta al principio, se pondrá al final. En ese caso, el ayudante de dirección dirá al final de la toma: ¡claqueta final!, para que la claqueta se haga después del corte. Como ejemplo, podemos encontrarnos con un actor que necesite la máxima concentración para rodar una escena difícil; o para rodar una toma complicada en la que se requiere simplificar al máximo la dinámica de rodaje.
Claqueta muda: Si la toma no lleva sonido, se mete la mano en medio de la parte superior, que hace la función del clack. De esta forma, el montador sabe que no existe archivo de sonido en esta toma concreta.
Pick Up: Cuando tenemos que repetir solamente una parte de la toma, hacemos lo que se conoce como “pick up”. Para indicarlo en la claqueta, se añade un “P/U” al lado del número de toma.
Curiosidades sobre la claqueta
La disposición de la claqueta también influye en el tipo de toma que vamos a grabar. Al colocarla del derecho, estamos indicando que se da al principio de una toma; y, por el contrario, si la disponemos del revés estamos informando que el corte se produce al acabar la toma. Aunque es menos común encontrarla al final.
También existe el “doble clack”. Si la primera vez no se ha visto la claqueta por motivos de enfoque o iluminación, hay que repetir la acción hasta que aparezca correctamente definida en pantalla. El auxiliar vuelve a colocarse dentro del encuadre y canta “doble clack”.
Por último, si no se dispone de claqueta, se pueden utilizar las manos a modo de palmada, simulando las barras de madera al cerrarse. En estos casos, se grita el número de toma, la escena, el nombre del director y director de fotografía, para tener registrados todos los datos necesarios para su posterior clasificación.
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